Diseño de cocinas o cocinas de diseño

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Si existe una estancia de la vivienda que ha evolucionado con el paso del tiempo, esa es la cocina. No se trata de una evolución en cuanto a funcionalidad, diseño o prestaciones, que también, si no de como en muchos hogares, la cocina es el punto neurálgico de la vivienda. El punto céntrico desde el cual convergen todos los habitantes de una casa, el lugar de encuentro y donde se llevan a cabo todo tipo de charlas y conversaciones. La cocina, ese lugar donde se unen las personas, para cocinar, conversar o comer, al mismo tiempo que, se ha convertido en un lugar para regalarse tiempo a uno o una misma. Sea cocinando o reflexionando con una copa de vino o una taza de café.

Este pensamiento es algo compartido por la mayoría, siempre que la cocina cuente con espacio suficiente, se constituye como lugar de reunión de manera inevitable. A parte de esta evolución o cambio de percepción sobre la misma, no podemos obviar lo evidente, como nos cuentan los profesionales en interiorismo de lujo de Bayeltecnics, cuyo estudio de diseño e interiorismo, da fe de la reforma total de esta parte indispensable de la casa.

Aunque parece lo mismo y suena parecido, no es lo mismo diseñar una cocina que una cocina de diseño. Para conseguir lo segundo, necesitas de lo primero, indiscutiblemente, pero para conseguir lo primero, no es necesario lo segundo. Las cocinas de diseño, son sin lugar a dudas, el sueño de todo amante de la vanguardia y las tendencias. Diseñar una cocina, no requiere exclusivamente de contar con las tendencias del momento, basta con tener claro lo que se pretende y darle forma.

Para acometer el diseño de una cocina y darle un nuevo aire a la tuya, puedes recurrir a profesionales del sector o tratar de hacerlo por tus propios medios. No podemos garantizar los resultados, pero si pasar un buen rato, jugando a los arquitectos. Basta con seguir algunos preceptos para elaborar un diseño que se ajuste a nuestros gustos, necesidades y preferencias. En el peor de los casos, el material resultante, puede ser la base sobre la que puede trabajar el profesional que se encargue de acometer la tarea.

Los muebles forman parte del diseño

Indispensable antes de empezar con el diseño, saber que hay que contar con el mobiliario y sus acabados, los electrodomésticos, accesorios y demás detalles, para que el resultado, sea el pretendido. Aportar color con accesorios funcionales y útiles que acompañen en la tarea de cocinar, elegir los muebles adecuados y hacer una distribución acorde, son las claves definitivas para crear el ambiente deseado y sentirse en casa.

Existen infinidad de muebles de cocina, con sus infinitas variedades, estilos, módulos; diferentes distribuciones para facilitar la vida, ya se trate de pequeñas o grandes cocinas, las integrales, las que cuentan con una isla o las inteligentes que disponen de tecnología punta para hacer las delicias de lo más modernos; colores que van del gris, blanco y negro a escalas más potentes de colores más fuertes como el azul o el rojo; mas baratas, más costosas, de acabados más lujosos o, estilos más rústicos y atemporales.

Independientemente de todos estos aspectos, la realidad en lo que a decoración de cocinas respecta, va mas allá de las tendencias que, finalmente son temporales y se debe a la necesidad de crear diseños que resulten útiles, flexibles, simples, fáciles a la hora de cocinar y limpiar, prácticos, acogedores…

Uno de los aspectos más relevantes y a los que se debe prestar atención es la funcionalidad de la cocina en sí. Lograr que la funcionalidad, el color y los materiales se acompañen no es complicado, solo hay que ponerle entusiasmo y ganas. Hay que entender que la cocina es algo perdurable, por lo que decorar y acondicionar el espacio destinado a ella, debe pasar por proporcionar soluciones que sean duraderas.

Hacer que la cocina sea funcional, implica tener en cuenta la distribución. Permitir que el flujo de trabajo en la misma, sea fluido e ininterrumpido. Con una buena zona de almacenamiento, debe disponer de espacio suficiente para almacenar y guardar todos los utensilios necesarios y los alimentos. Por supuesto, debe ser accesible; los objetos más utilizados, deben estar accesibles. No hay que olvidar el factor iluminación, esta debe ser adecuada y suficiente para poder desarrollar todas las tareas que en ella se ejecutan.

En resumen, la cocina debe ser espaciosa, funcional y fácilmente limpiable.

Contar con los detalles, permite optimizar el espacio y aprovecharlo al máximo. Da lo mismo si se trata de una cocina grande o pequeña, cuadrada o irregular, lo fundamental es tener en cuenta las distancias cortas, la ergonomía y la organización del espacio y el mobiliario que, debe ser inteligente. Todo debe encajar dentro de un diseño bonito, elegante, práctico y útil.

Distribución y mobiliario: aspectos clave

Idealmente, una cocina debe ser amplia, luminosa, estar ordenada y limpia, para lograr ese encanto que las hace tan especiales y por lo que pasamos en ellas tanto tiempo, sin apenas darnos cuenta.

A la hora de diseñar una cocina, los profesionales, recurren a lo que denominan triangulo de trabajo. La aplicación de este método o sistema, se fundamente en hacer una división coherente de la cocina, en función de las zonas de trabajo.

Para que este triangulo funcione de forma óptima, la suma de los tres lados, no debe ser mayor de unos ocho metros y, ninguno debe ser inferior al metro veinte para poder trabajar, ni superior a dos metros setenta de distancia.

Los diferentes esquemas sobre las zonas de trabajo a la hora de cocinar y moverse mejor en la cocina, se relacionan con las formas de las estancias habituales. Estos aspectos derivan de los siguientes tipos de cocina: en forma de U, en forma de L, en línea, en líneas paralelas, en isla.

Una vez que se tiene clara la distribución que se pretende, se toman las medidas y se hace un croquis, ya sea a mano o utilizando algún programa informático. Algunos conejos prácticos para elaborar el croquis son:

  • Disponer una sola línea de armarios, de colores claros, en cocinas alargadas, para conseguir un efecto de ensanche, además de poder colocar una barra o mesa en la pared de enfrente.
  • Una cocina con isla, es la opción más funcional en el caso de disponer de un espacio amplio y una superficie extra para preparar los alimentos, o utilizarla como lugar para el desayuno. Esta puede estar dotada con cajones o armarios con los que se gana espacio para guardar cosas.
  • Ante una cocina de proporciones cuadradas, la mejor distribución es en U. Práctica y funcional, el objetivo es utilizar un lateral como encimera y barra y otro como cocina y fregadero.
  • En cocinas con medidas reducidas, funciona muy bien la distribución en forma de L, logrando mayor superficie de trabajo sin recargar.
  • Colocar puertas correderas, no quitan metros y permiten aprovechar el espacio en la pared para colocar algún mueble.

La colocación de los muebles, debe ser en base a la utilidad y funcionalidad de los mismos. El objetivo es desahogar visualmente la cocina a un estilo minimalista.

Imaginarse en la cocina como nos movemos por ella, es la mejor manera de acertar con la colocación de los muebles y no perder su utilidad, para ello, basta con tener en cuenta estos aspectos:

  • Alimentos al lado de la placa y el horno, deben estar al alcance de la mano.
  • Sartenes y ollas al lado de la placa y el horno, igualmente al alcance de la mano.
  • Sartenes y ollas al lado del lavavajillas, en un lugar donde se guarde rápido.
  • Los cubiertos y la vajilla al lado del lavavajillas, por igual en lugares de guardado rápido.
  • El cubo de la basura, debajo del fregadero para permitir una fácil eliminación de los desperdicios.
  • Los productos de limpieza, al lado o debajo del fregadero, al alcance de la mano.

De este modo, se disponen los módulos rinconeros extraíbles y se aprovecha cualquier elemento estructural con muebles a medida, ganando sensación de amplitud y comodidad. Una columna con estantes extraíbles, permite un acceso rápido a los mismos. Equipar los cajones con divisiones interiores ayuda a mantener los utensilios ordenados y optimizar el espacio. Colocar módulos para el reciclaje y la limpieza, son adecuados junto al fregadero y la ubicación del horno, microondas e incluso el lavavajillas en un módulo alto, permite un acceso más cómodo y practico tanto para cocinar como para limpiarlo.

Los colores para el mobiliario y la pared, suelen ir en función de los gustos, aunque en muchas ocasiones, la amplitud y sensación de espacio suelen parecer mayores si juegas bien con los diferentes tonos.

Complementos y pequeños accesorios, darán el último toque a la cocina que hemos diseñado. En este punto es donde se define totalmente la personalidad con la que pretendemos dotar a nuestra cocina ideal. Crear un ambiente único y una atmósfera personal, irá de la mano de nuestro toque particular: velas de colores para aportar calidez, un jarrón con flores (naturales o artificiales) alegraran el rincón de la encimera… Todo encaminado a hacer el diseño de la cocina de nuestros sueños.

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