Según estudios realizados se calcula que aproximadamente un 20% de la población durante su vida presenta algún tipo de reacción adversa, alergia o intolerancia a determinados alimentos, siendo la sociedad occidental la que en las últimas décadas ha experimentado un aumento más importante, por lo que en el año 1995 la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica propuso una clasificación de las reacciones del organismo en función de las manifestaciones clínicas que presenta tras la ingesta de determinados alimentos, así podemos encontrarnos con:
- Reacciones alérgicas. Es una reacción o respuesta anormal del sistema inmunitario del organismo tras la ingesta de un determinado alimento que el cuerpo identifica como extraño independientemente de la cantidad que se haya consumido, pues incluso una cantidad muy pequeña puede ocasionar síntomas, que en algunas personas puede ser molesto pero no grave, mientras que en otras personas puede ser grave o incluso en personas con una sensibilidad excesiva puede revestir tal gravedad que podría llegar a poner en peligro su vida provocándole lo que se denomina una anafilaxis. Los síntomas normalmente se manifiestan entre unos minutos o un par de horas después de la ingesta del alimento y los más frecuentas son urticaria, eccema, hinchazón de labios, cara, lengua, garganta u otras partes del cuerpo, inflamación de las vías respiratorias con dificultad para respirar, dolor abdominal, vómitos, mareos…, que en el caso de anafilaxis puede llegar a un descenso grave de la tensión arterial, pulso acelerado, aturdimiento…, en este caso es importante contactar con un médico.
- Reacciones de intolerancia. Los síntomas de esta reacción suelen ser menos agudos que los de la alergia alimentaria, dado que se presenta como una reacción del cuerpo humano hacia determinados alimentos que no son digeridos, metabolizados o asimilados completa o parcialmente por el organismo. Mientras que en la alergia la reacción es inmediata en la intolerancia el proceso es más lento y de difícil detección pues la sintomatología es más difusa ya que puede ocasionar problemas digestivos como gases, distensión abdominal, estreñimiento, diarrea, síndrome del colon irritable o dolor de cabeza, migrañas, fatiga, dolores articulares, artritis, artrosis, depresión, problemas de sobrepeso que no responden a los tratamientos habituales de adelgazamiento, etc. Con el fin de detectar y conocer cuáles son los alimentos que el organismo peor digiere o asimila y determinar cuál es su grado de absorción, nosotros, tras investigar las diferentes opciones, os recomendamos que acudáis a Cenydiet, de Linares (Jaén), puesto que ellos realizan el test de intolerancia alimentaria de una forma totalmente indolora e inmediata, dado que la prueba tarda solamente cinco minutos en realizarse y el cliente se lleva el informe realizado por el profesional en ese mismo momento, evitando así desplazamientos o pérdidas de tiempo adicionales, por lo que cuenta con un alto porcentaje de éxito entre sus clientes.
Una vez realizado el diagnóstico adecuado y mediante la eliminación de la dieta de los alimentos susceptibles de intolerancia por nuestro organismo se conseguirá una eliminación de los síntomas y una mejoría que comenzará a notarse por lo general una vez que hayan transcurrido al menos uno o dos meses desde la instauración de la nueva dieta alimentaria.
Con el fin de que cada consumidor conozca y tenga una información detallada sobre los alimentos que adquiere en el mercado el Parlamento Europeo con fecha 25 de octubre de 2011 aprobó el primer reglamento. En el Reglamento núm. 1169/2011 sobre información alimentaria facilitada al consumidor, se recogen los 14 alérgenos que representan las causas más habituales o graves de hipersensibilidad y que a partir de esa fecha son de obligada información al consumidor y deben figurar en la lista de ingredientes y etiquetados de los productos cuando se utilicen en la producción de los mismos.
¿Cuáles son los 14 alérgenos por los que nos deben informar de forma obligatoria?
A continuación, os desglosamos la lista completa de los catorce alérgenos que han de ir siempre marcados y que son:
- Cereales que contengan gluten, como trigo, cebada, centeno, avena, espelta…
- Crustáceos y productos elaborados con base de crustáceos.
- Huevos y productos elaborados con los mismos.
- Pescado y productos elaborados con base de pescados.
- Cacahuetes y productos elaborados a base de cacahuetes.
- Soja y productos derivados de la misma.
- Leche y productos que contengan lactosa.
- Frutos de cáscara como almendras, avellanas, nueces, pistachos, anacardos, pacanas…, y productos derivados.
- Apio y productos derivados.
- Mostaza y productos derivados.
- Granos de sésamo y productos derivados de granos de sésamo.
- Altramuces y productos elaborados a base de altramuces.
- Sulfitos y dióxido de azufre en concentraciones superiores a 10 mg/kg o mg/l para productos listos para el consumo.
- Moluscos y productos elaborados a base de moluscos.