No todos tenemos la oportunidad de instalar una isla, o una península, en la cocina de nuestro hogar. Para ser algo más exacta creo que debería decir que casi nadie, en España, puede permitirse instalar este tipo de mueble en la cocina de su hogar, más que nada porque el tamaño de la estancia suele ser muy inferior al que necesitaríamos para poder hacerlo, pero la realidad es que están de moda, aunque sólo sea para unos cuantos afortunados.
Las islas son esos muebles que suelen instalarse en medio de las grandes cocinas para aumentar el espacio útil de trabajo. A veces se instala el fregadero en ellas e incluso los fogones, y otras veces se usan más a modo de mesa de desayuno y espacio de trabajo y almacenaje únicamente. Las penínsulas, muy similares am las cocinas, suelen ser más pequeñas y, como su nombre bien indica, van unidas al resto de los muebles por, al menos, un lado.
Este tipo de diseño, tan abierto y lujoso, lo hemos heredado (cómo no) de los americanos, quienes pasaron de tener la típica cocina pequeña separada por una barra de lo que sería el espacio de comedor o sala de estar a tener espacios totalmente abiertos con cocinas inmensas unidas completamente al resto de la planta baja de sus casa unifamiliares. Hoy en día, en los conocidos programas de reformas tipo “Tu casa a juicio” o “Vender para Comprar” todas las cocinas que vemos, tanto en Estados Unidos como Vancouver, son de este tipo.
Las texturas
Parece que eso de hacer todos los muebles iguales ya no se lleva. Hoy en día, podemos combinar un color en la parte inferior del mobiliario de la cocina con otro diferente en la parte superior, e incluso mezclar las texturas. De este modo, encontramos en catálogos de grandes diseñadores amalgamas con madera, hormigón, cerámica, piedra, metal e incluso espejo en tonos muy diferentes pero que combinan a la perfección.
No obstante, yo no recomendaría ser demasiado atrevida porque es posible que luego te canses pronto de lo original y busques algo un poco más elegante, clásico y atemporal.
El Almacenamiento
Atrás quedaron esos rincones sin utilidad en los que desaparecía todo lo que metieras. Ahora las posibilidades de almacenamiento te permiten utilizar cada rincón de la cocina sin desaprovechar nada. Ahora bien, tienes que pensar muy bien cómo quieres utilizarlo porque cada pequeña cosa que añadamos al diseño incrementará notablemente su coste.
Por ejemplo, un mueble botellero puede quedar de lo más “cool” y visual en una cocina arreglada pero ¿estamos pensando bien en el uso, la funcionalidad y la eficiencia que vamos a darle a ese espacio? Para empezar, los muebles botelleros no suelen llevar cristalera ni puerta que los cierre por lo que es fácil tener siempre ese espacio lleno de grasa de cocina o polvo, y os advierto que no son fáciles de limpiar. Y por otro lado debemos tener en cuenta que a veces ese espacio es mucho más aprovechable instalando un mueble de cocina tradicional, o una cajonera amplia, pues en los botelleros, como es lógico, no caben nada más que botellas.
Tampoco debemos olvidar el mueble horizontal: echad un ojo a este espacio que ha diseñado Alvimodul, porque en mi opinión consiguen exactamente el espacio de almacenaje perfecto con este tipo de mueble horizontal. Ya llevan muchos años entre nosotros pero a veces, sobre todo a las familias de clase media de edad superior a los 50 años, olvidamos que estos muebles pueden darnos muchísimo espacio de almacenaje y además quedan estéticamente estupendos.
La mesa para comer
De nuevo, no todos podemos tener una mesa para comer dentro de la cocina pero para quienes sí puedan tenerla os recomiendo lo siguiente: olvidad las florituras y las sillas grandes porque cuando tenemos invitados solemos comer en el salón-comedor así que pensad sólo en esa mesa como un espacio perfecto para comer a diario sin tener que manchar otra estancia de la casa. Para ello, lo mejor es optar por taburetes que ocupen poco espacio y por mesas plegables que, llegado el momento, se abran dándonos el espacio que necesitamos.
Estanterías abiertas
De nuevo podemos toparnos con el problema de la suciedad y el polvo, pero reconozco que son la solución para muchas cocinas pequeñas que, llenas de armarios, quedarían muchísimo más agobiantes. Tal vez, poniendo un par de lejas o estanterías abiertas conseguiremos el espacio que necesitamos de almacenaje sin abarrotar toda la cocina con muebles.
Azulejos
Están de moda los vintage, y los azulejos tipo tren, y para gustos los colores. Yo, personalmente, cuanto más lisa sea la pared mejor para todo: limpieza, combinación de colores, tendencias, etc. Yo optaría por azulejo cerámico grande, en tonos claros, lo más lisos posible.
Encimeras: granito, piedra natural, madera o tablero.
Seamos sinceros y realistas, el granito y la piedra natural son maravillosos y duraderos pero cuestan un mínimo de 1500 euros. La madera, aunque mucho más económica, necesita ser tratada una vez al año como mínimo y el tablero, que ahora los hay hidrófugos e ignífugos, nos dan exactamente lo que necesitamos por unos 200 euros. ¿Se puede pedir más?