¿Te has parado alguna vez a pensar en todos los tipos de decoración que existen? ¡Son muchos! Y más teniendo en cuenta que la decoración es algo muy personal que proviene del estilo creativo de cada uno. Y sin duda, uno de los aspectos más difíciles de lograr cuando se decora, es conseguir crear un ambiente relajante a la par que estético: eso es justo lo que consigue el estilo decorativo oriental.
¡Los japoneses, tailandeses y chinos saben hacerlo genial! ¿Por qué limitarnos a ver estas decoraciones cuando vamos de viaje, o cuando visitamos un restaurante oriental? ¿Por qué no tener una casa que rebose estilo oriental?
Nosotros decimos que sí rotundamente, y si quieres saber cómo lograrlo no te pierdas este artículo.
Conseguir un estilo oriental en casa es posible, si sabes cómo.
Estás en la siguiente situación: te enfrentas a una de esas reformas integrales de las que habla Grupo Navitec, y cambias un sinfín de aspectos de tu casa ¡tanto, que queda casi irreconocible!
Y ahora ¿Cómo puedes empezar a decorar? Pues si optas por el estilo oriental, los pasos que deberás seguir son los siguientes:
- Colores y paleta.
Uno de los primeros pasos para adoptar el estilo oriental es elegir una paleta de colores adecuada. Los tonos neutros como el beige, blanco, gris y marrón son fundamentales, ya que proporcionan una base serena y armoniosa.
Estos colores se pueden complementar con tonos más vibrantes como el rojo, dorado y verde, típicos de la decoración china, o los tonos tierra y el negro, característicos del estilo japonés.
- Muebles minimalistas.
El minimalismo es clave en la decoración oriental. Los muebles deben ser funcionales y de líneas simples, evitando el exceso de adornos. Para lograrlo, opta por piezas bajas, como mesas de centro japonesas o futones, que fomentan un ambiente relajado.
Recuerda que los materiales naturales como la madera, el bambú y el ratán son ideales para este estilo, ya que aportan calidez y un toque rústico.
- Tatamis y paneles “shoji” (o biombos).
Incorporar elementos tradicionales como los tatamis (esteras de paja) y los paneles “shoji” (puertas correderas de papel de arroz) es esencial para lograr un ambiente oriental auténtico. Los tatamis no solo son cómodos, sino que también crean un espacio que invita a la meditación y al descanso. Los paneles “shoji”, por su parte, permiten la entrada de luz natural suave y difusa, ideal para mantener un ambiente tranquilo y acogedor.
- Elementos naturales
La conexión con la naturaleza es un pilar fundamental en la decoración oriental. Añade plantas de interior como bonsáis, bambú de la suerte, orquídeas o ficus para traer un pedacito de naturaleza a tu hogar. Un jardín zen, aunque sea pequeño, también puede ser una excelente adición. Estas plantas no solo embellecen el espacio, sino que también contribuyen a purificar el aire y a crear una atmósfera de serenidad.
- Iluminación suave y natural.
La iluminación en un hogar de estilo oriental debe ser suave y cálida. Utiliza lámparas de papel de arroz, faroles y velas para crear un ambiente acogedor y relajante. La luz natural también es muy importante, así que asegúrate de aprovechar al máximo las ventanas y balcones, utilizando cortinas ligeras que permitan el paso de la luz sin obstrucciones.
- Arte y decoración.
El arte tiene un papel destacado en la decoración oriental. Puedes optar por colgar pergaminos con caligrafía china, pinturas de paisajes japoneses o estatuas de Buda. Las figuras de dragones, carpas “koi” y grullas también son muy populares y aportan un toque de autenticidad. Recuerda no sobrecargar el espacio; la simplicidad y el equilibrio son fundamentales.
- Textiles y accesorios.
Los textiles en la decoración oriental suelen ser de colores neutros y materiales naturales. Los cojines, alfombras y mantas de lino, algodón o seda aportan textura y calidez al espacio. Los patrones pueden incluir motivos florales, geométricos o tradicionales, siempre con discreción y elegancia.
- Aromas y sensaciones.
Para completar la atmósfera oriental, no olvides los aromas. Utiliza incienso, aceites esenciales y velas perfumadas para inundar tu hogar con fragancias relajantes como el sándalo, el jazmín o el loto. Estos aromas no solo mejoran el ambiente, sino que también ayudan a crear un espacio propicio para la meditación y el descanso.
- Feng shui: el arte del equilibrio.
El Feng Shui es una filosofía china que busca armonizar el espacio para mejorar la energía y el bienestar de quienes lo habitan.
Según esta práctica, la disposición de los muebles, la elección de colores y la incorporación de elementos naturales influyen en la energía del hogar. Asegúrate de tener en cuenta los principios del Feng Shui al decorar, como evitar los muebles con esquinas afiladas, mantener el orden y la limpieza, y ubicar los espejos estratégicamente para reflejar la luz y la energía positiva.
- Espacios multifuncionales.
En las casas de estilo oriental, los espacios suelen ser multifuncionales. Por ejemplo, una habitación puede servir como sala de estar durante el día y convertirse en dormitorio por la noche con la ayuda de un futón. Este enfoque flexible no solo ahorra espacio, sino que también fomenta una vida más simple y ordenada.
- Convierte el baño en un santuario personal.
El baño en la decoración oriental es más que un lugar para la higiene; es un santuario personal donde se puede disfrutar de la tranquilidad y el relax. Los baños japoneses, por ejemplo, suelen incluir bañeras profundas de madera o piedra, perfectas para largos baños calientes. La decoración debe ser minimalista, con toques de bambú, piedras y plantas que evoquen la naturaleza y la pureza.
- Remodela tu cocina.
La cocina en un hogar de estilo oriental también tiene su propio encanto. Los utensilios de cocina deben ser prácticos y estéticamente agradables. Los materiales como la cerámica, el hierro fundido y la madera son comunes. Añade detalles como estanterías abiertas para mostrar vajilla bonita, frascos de especias y utensilios de bambú. La disposición debe facilitar el flujo y la funcionalidad, con espacios bien organizados para preparar y disfrutar de la comida.
- El dormitorio debe ser un refugio de paz.
El dormitorio es un lugar de descanso y debe reflejar paz y serenidad. Opta por camas bajas o tatamis, con ropa de cama de algodón o lino en tonos suaves. Evita el desorden y utiliza mesitas de noche simples, lámparas de papel y cortinas ligeras para crear un ambiente relajante.
Un altar o una pequeña zona de meditación puede ser una gran adición para aquellos que buscan un refugio de paz dentro de su hogar.