Es un hecho; estamos viviendo una de las eras más superficiales que existen. Y aunque quizá pienses que ahora nos aceptamos más a nosotros mismos y hay más libertad y respeto hacia las personas diferentes o con imperfecciones, lo cierto es que hay una lucha constante entre el concepto “auto aceptación» y el concepto “perfección”, y se libra en un lugar que todos visitamos a diario: las redes sociales.
Así es, gracias a las redes sociales ahora nos podemos ver más que nunca los unos a los otros, y esto tiene su lado bueno y su lado malo. El lado bueno es que podemos estar más conectados y no necesitamos vernos físicamente para tener contacto con una persona, y el lado malo es que esto ha aumentado la preocupación de la sociedad por vernos cada vez mejor delante de una simple cámara ¡y es que hoy en día es tan fácil! Existen filtros de todo tipo: de los que adelgazan, de los que maquillan, de los que nos hacen los ojos más grandes, de los que nos blanquean los dientes ¡es increíbles! De hecho, el uso de filtros y maquillaje es tan bestial, que en la mayoría de ocasiones no podemos afirmar a ciencia cierta si lo que vemos en pantalla es real.
Este afán por vernos perfectos afecta a una amplia variedad de imperfecciones estéticas, entre las que nos encontramos la estética dental, la cual se ve favorecida con el surgimiento de los brackets invisibles. Ante esta situación, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿es esta la razón principal por la que están tan de moda?
¡Quédate! Lo veremos a continuación.
Una solución perfecta para la era que vivimos.
Como venimos diciendo, nos encontramos en la era digital, una era en la cual las redes sociales se han convertido en un escaparate enorme en el que las personas comparten momentos y experiencias, pero, sobre todo, fotos de sí mismas. El problema está en que en estas fotografías no se opta por lo natural, sino más bien por lo perfecto y lo más atractivo visualmente, lo que hace que cada vez crezca más la preocupación en la sociedad por vernos cada vez mejor ante las cámaras.
En este contexto, los dientes son una parte esencial de la estética facial, ya que todos desean mostrar ante sus seguidores (ya sean pocos o muchos) una sonrisa brillante y uniforme compuesta por dientes blancos, alineados y sin imperfecciones. Sin embargo, todos sabemos que esta “perfección” no se logra fácilmente, ya que muchos presentan problemas estéticos dentales desde su niñez, o los desarrollan con el paso de los años. Este tipo de problemas estéticos se ha solucionado siempre con la clásica ortodoncia o brackets metálicos, como los conocemos, aunque el aspecto que nos hace lucir dicha solución no sea el que más nos guste, ciertamente.
La ciencia y las soluciones médicas han avanzado, y hoy en día podemos arreglar nuestras cuestiones estéticas con ortodoncia sin llevar un “desagradable” aparato metálico en la dentadura; los brackets invisibles nos ayudan a corregir nuestra dentadura mientras nos hacen lucir una dentadura perfecta en todo momento ¡ya que no se ven! ¿no es acaso esta, la mejor solución para las personas que se preocupan tanto por su físico?
Además, por si fuera poco, la influencia de los famosos y los influencers en las redes sociales ha contribuido a la normalización de ciertos estándares de belleza y a la popularización de tratamientos estéticos, incluyendo claro está la ortodoncia invisible.
Como puedes ver, la razón principal por la que la ortodoncia invisible está de moda tiene su base en la preocupación actual por la estética y el deseo de llegar a ser como las personas que más nos influyen en internet. Al fin y al cabo, la ortodoncia clásica trata un problema estético, pero la ortodoncia invisible cubre todas las necesidades estéticas antes, durante y después ¡así que es lógico que esta opción triunfe entre las demás!
Sin embargo, no es sólo la estética que nos haga lucir, sino su precio, sus características y otras cosas a puntualizar las que la diferencian del resto, y es justo de lo que vamos a hablar a continuación.
¿En qué se diferencian del resto de ortodoncias?
Cada tratamiento es diferente, eso lo sabemos, y gracias a esa variedad podemos elegir cuál es el que mejor nos conviene o no. Ten en cuenta, que no sólo debemos fijarnos en la apariencia visible de dicho tratamiento, también tenemos que ver lo que nos cuesta (si se ajusta o no a nuestro presupuesto), lo que dura y cómo se instala o cómo se mantiene.
Para ello, como nos aconsejan los expertos de la Clínica Dental ICOA es importante realizar una planificación digital y previa que nos muestre todo el proceso de implantación de los brackets y nos afirme qué rango de precios vamos a tener que pagar. Nosotros, por nuestra parte, hemos decidido responder a continuación una serie de preguntas genéricas que pueden resolver las dudas de aquellos que se sientan indecisos:
- ¿Qué rango de precios ronda cada una de las opciones?
Uno de los factores determinantes al considerar varias opciones de ortodoncia es el gasto que conlleva cada una. En general, los brackets invisibles tienden a ser más caros que la ortodoncia tradicional.
Esto se debe a varios factores, incluida la tecnología avanzada utilizada en su fabricación y el hecho de que los brackets invisibles son más estéticos y cómodos para el paciente.
Los brackets tradicionales (compuestos por alambres metálicos, bandas y brackets) son menos caros si los comparamos con los brackets invisibles. Si dispones de poco presupuesto, quizá esta sea la opción más acertada en lugar de endeudarte con un tratamiento mucho más caro.
La ortodoncia invisible suele rondar los 2.000€ o 5.000€, mientras que la tradicional suelen rondar los 2.000€ y en algunos casos 3.000€.
- ¿Cómo se instalan?
La instalación de los brackets invisibles implica un proceso que comienza con la toma de impresiones digitales de los dientes del paciente. Estas impresiones se usan para diseñar alineadores transparentes personalizados que se ajustarán a la perfección a sus dientes. Durante el tratamiento, el paciente deberá cambiar los alineadores cada dos semanas para permitir que los dientes se muevan gradualmente hacia la posición deseada.
Por otro lado, la instalación de los brackets tradicionales implica la colocación de brackets metálicos en cada diente, seguida por la fijación de alambres y ligaduras. En contraste este proceso suele ser más invasivo en sí mismo y además requiere realizar más ajustes por parte del dentista que la ortodoncia invisible; aun así, son los dos igual de efectivos ¡así que no te preocupes!
- Si ofrecen el mismo resultado final ¿Por qué uno es más popular que los demás?
Una de las diferencias más notables entre los brackets invisibles y la ortodoncia tradicional es la visibilidad de los dispositivos. Mientras que los brackets metálicos convencionales son visibles para los demás, los brackets invisibles son prácticamente imperceptibles, como hablamos anteriormente.
Una vez más, esto hace que los brackets invisibles sean una opción más popular entre aquellas personas que desean corregir sus problemas dentales de manera discreta (especialmente en entornos profesionales o sociales donde la estética es importante).
En contraparte, los brackets metálicos pueden influir en la confianza de una persona, especialmente durante los primeros días después de su instalación. De hecho, hay una cierta manía a relacionar los brackets metálicos con la adolescencia, haciendo que la persona que los porta se sienta algo “infantil” o “inmadura”, lo cual provoca una sensación aun más desagradable en quien lo lleva.
Digamos que, si disponemos de una clara falta de autoestima o nos asusta llamar la atención, es mejor que optemos por opciones más discretas como la ortodoncia invisible.
- ¿Son igual de cómodos?
¡No! Por desgracia los brackets metálicos suelen causar molestias y roces en la boca debido a los alambres y las ligaduras, dando así paso a problemas como úlceras o aftas bucales. Además, como mencionamos antes, este tipo de ortodoncia suele requerir ajustes frecuentes por parte de nuestro dentista, lo que puede generar cierta incomodidad para el paciente.
Por otro lado, los brackets invisibles están fabricados con material suave y cómodo que se adapta a los dientes sin causar irritación en las encías o las mejillas. Los pacientes pueden quitarse los alineadores para comer y cepillarse los dientes, lo que facilita la higiene bucal y reduce el riesgo de caries y problemas de salud oral.
Ahora podemos entender mejor por qué son tan caros en comparación con los tradicionales ¿verdad?
- ¿Duran lo mismo los brackets invisibles?
Es muy difícil determinar la duración de un tratamiento de ortodoncia, ya que ésta viene determinada por la complejidad del problema. Existen personas que presentan imperfecciones estéticas o problemas dentales muy leves, y su duración se puede reducir a unos pocos meses.
Por otra parte, algunas personas presentan problemas más complejos y su intervención suele requerir algo más de un año para tratarse. Por lo general, los brackets invisibles ofrecen la posibilidad de corregir problemas dentales de manera más rápida y eficiente gracias a la tecnología de alineadores personalizados. Aun así, ya decimos que es difícil saber cuánto tiempo estaremos usando la ortodoncia.
Ahora que sabes las opciones, puedes tomar una mejor decisión, así que ¡mucha suerte!
