Te contamos cómo la sauna mejora tu cutis.

Sauna finlandesa

Hay quien piensa que las sesiones de sauna ayudan a perder peso. Esta es una idea errónea. Los kilos que perdemos después de someternos a un baño de calor son, fundamentalmente, líquidos y agua. Un peso que recuperamos pocos minutos después solo con el hecho de hidratarlos. En lo que sí nos ayuda la sauna es en mejorar nuestro cutis y en tener una piel más limpia, tersa y suave.

En Finlandia, donde es toda una institución, la sauna es un protocolo de cuidado personal que contribuye a mejorar la salud cardiovascular, a aumentar las defensas y, por supuesto, a proteger la piel de los agentes externos.

Para comprenderlo no hay nada mejor que remontarnos a las condiciones ambientales de este país nórdico. Un país con una temperatura media anual de 5º C. Con cuatro meses al año en el que se vive a menos de -3º C, y con 6 meses en los que la oscuridad tiene más presencia en el día que la luz solar.

Prácticas como la sauna permite a los finlandeses vivir en unas condiciones adversas. La globalización cultural ha hecho que las costumbres y tradiciones de las diferentes partes del mundo se internacionalicen. Que lleguen a otras partes de la tierra. Y desde luego, lo que es bueno para los finlandeses, para cuidarse, es bueno para los demás.

Sabemos que la sauna promueve la circulación de la sangre, que ayuda a mitigar el dolor, que mejora la movilidad de las articulaciones, que reduce el estrés y que, desde luego, limpia nuestra piel de toxinas e impurezas.

Vamos a detenernos en este último punto. En los beneficios que la sauna tiene para la piel de las personas y en cómo podemos aprovecharnos de ellos, incluso, sin salir de nuestro propio hogar.

Beneficios de la sauna para la piel.

Mucho se ha hablado de los beneficios para la salud que implica recibir con regularidad baños de sauna. Quizás, uno de los aspectos más desconocidos son los beneficios que la sauna tiene para nuestra piel. Algo que, sin duda, nos hace tener un aspecto más radiante y potencia nuestra belleza natural. Estos son algunos de esos beneficios que vale la pena destacar:

  1. Limpieza en profundidad de los poros de la piel: El calor intenso de la sauna provoca una sudoración abundante, lo cual ayuda a abrir los poros y a limpiarlos en profundidad. Esto facilita la eliminación de toxinas, impurezas y células muertas, dejando la piel más limpia y luminosa.
  2. Exfoliación natural: La sudoración ayuda a remover células muertas. Promoviendo una exfoliación natural. Esto da como resultado una piel más suave, con una apariencia uniforme en el cutis.
  3. Hidratación natural: Aunque pueda parecer lo contradictorio, la sauna ayuda a que la piel mantenga su equilibrio de humedad. Estimula la producción de sebo, una barrera natural que protege contra la sequedad de la piel y retiene la hidratación.
  4. Mejora de la circulación periférica de la sangre: El calor de la sauna promueve una mejor circulación sanguínea, lo que significa que la piel recibe más oxígeno y nutrientes. Algo que revitaliza nuestro cutis y ayuda a reducir la apariencia de una piel opaca, dando lugar a un tono más radiante.
  5. Reducción del acné y de los puntos negros: Al limpiar profundamente los poros y eliminar toxinas, la sauna reduce la aparición de puntos negros y brotes de acné, lo cual es ideal para quienes tienen la piel grasa o mixta.
  6. Mejora la elasticidad de la piel: La sauna estimula la producción natural de colágeno. Una proteína que es clave para asegurar la elasticidad y firmeza de la piel. Esto contribuye a reducir las líneas de expresión, a que no sean tan pronunciadas y mejora la tonicidad del cutis.
  7. Relajación y reducción del estrés: El tiempo que estamos en la sauna permite reducir el estrés, lo cual también repercute en el aspecto de la piel. Una menor carga de estrés ayuda a evitar el envejecimiento prematuro, ya que reduce la liberación de cortisol, una hormona que afecta a la piel negativamente. Por otro lado, al sentirnos más relajados, presentamos una mejor apariencia estética.

El ritual de la sauna finlandesa.

Para que la sauna surta efectos en nuestra salud y en nuestra apariencia es necesario tomarla con regularidad. El blog Escribiendo por el mundo resalta que los finlandeses toman sesiones de sauna entre una y tres veces por semana. Lo hacen solos, con amigos o en familia. El sábado es el día oficial de la sauna. Familias enteras toman su sesión en saunas públicas o particulares. En muchos domicilios, e incluso bloques de viviendas, hay saunas instaladas.

La estancia dentro de la cabina de calor, lo que popularmente llamamos sauna, no debe ser nunca superior a los 15 minutos. Lo normal, para las personas que no están habituadas a tomarla, es que no permanezcan dentro del habitáculo más de 5 minutos. A medida que su cuerpo se acostumbre al calor, podrán estar dentro de la sauna por más tiempo.

La sauna finlandesa es cerrada. A una temperatura que oscila entre 60 y 100 grados. Es una sauna seca. Con una estufa o fuente de calor y con todas las superficies que recubren la estancia (techo, suelo y paredes) cubiertas con madera de fresno. La cual permite mantener la temperatura.

Sobre la estufa se colocan piedras volcánicas que de vez en cuando se sumergen dentro de un cubo con agua, para emitir vapor. Eso se hace para despejar los conductos respiratorios. Otro de los gestos habituales al tomar un baño de sauna es el de golpearse el cuerpo con una rama de hojas de abedul. Esta acción favorece la circulación periférica de la sangre.

Debemos partir de que la estancia dentro del habitáculo de calor no es más que una fase de un protocolo de cuidado personal.

La sesión de sauna comienza con un breve baño o ducha con agua templada. Lo debemos hacer antes de entrar en la sauna. De esta manera acondicionamos el cuerpo para recibir el calor que se da en el interior del habitáculo.

Tras salir de la sauna debemos darnos una ducha de agua fría. Esta ducha estabilizará el cuerpo, ayudándolo a recuperar su temperatura normal y sobre todo, nos subirá la tensión arterial, que ha bajado durante el tiempo que hemos estado en el interior de la sauna. La ducha también limpiará nuestro cuerpo del sudor que ha quedado depositado sobre la piel y de las impurezas y toxinas que hemos expulsado al abrir los poros.

En Finlandia, algunas saunas públicas están instaladas al lado de lagos de montaña. Al salir de ellas, los usuarios se dan un chapuzón en estos lagos helados en lugar de pegarse una ducha.

La ventaja de tener la sauna en casa.

El problema de tomar nuestra sesión de sauna con cierta regularidad es que tenemos que acudir con frecuencia a un spa o a un gimnasio que tenga instalaciones de este tipo. Esto nos obliga a trasladarnos a este lugar. Una solución que se ha puesto de actualidad es la de colocar una sauna en nuestra propia casa. Algo que nos permite seguir el tratamiento con mayor consistencia.

Ramón, un amigo informático, que vive en una casa en la sierra de Madrid, lo hizo hace unos años. Llamó a Saunas Luxe, una empresa con sede en El Escorial que lleva fabricando e instalando saunas a medida desde hace más de 40 años. Esta empresa le colocó la sauna aprovechando un rincón muerto que tenía en el baño. De esta manera, me cuenta Ramón, puede tomar su sesión de sauna cuando lo considere oportuno. Sin tener que estar pendiente de desplazarse a ningún sitio. Probablemente, si Ramón tuviera que acudir a un spa para tomar la sauna, no lo haría de una forma tan regular.

Cuenta el blog El Correo del Sol que una sauna se puede instalar en cualquier hogar. Incluso en un piso pequeño de la ciudad. La sauna, en sí, se puede colocar en cualquier lugar de la casa. En un sótano, en un desván o hasta en un pasillo, si lo consideramos oportuno. Siempre es recomendable hacerlo cerca de una ducha, por eso de seguir el protocolo. De todos modos, no es imprescindible.

Un aspecto que algunos instaladores dicen que hay que tener en cuenta, para elegir la ubicación correcta de la sauna, es que la zona en la que se coloque debe estar ventilada, para airear la cabina después su uso. Para instalarla en el cuarto de baño, una de las ubicaciones más seleccionadas, se recomienda que el suelo este cubierto de cerámica y que haya una distancia de 10 centímetros entre la pared de la habitación y de la cabina de sauna, para evitar condensaciones.

La fabricación de las cabinas de sauna se hace a medida y su instalación se efectúa in situ, abarcando toda la superficie que el interesado quiera o pueda ocupar.

Tener una cabina de sauna en casa nos ayuda a cuidar aún más nuestra salud y lucir un aspecto y un cutis radiante.

 

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