La industria del mueble, aunque puede que no sea la más contaminante, sí es una industria que debe empezar a cambiar su forma de producir. Quien diga que tiene un mueble de madera maciza no contaminante se está engañando a sí mismo, primero porque para producirlo se han utilizado productos que dañan el medio ambiente y segundo porque esa madera ha salido de algún árbol que previamente ha sido talado en pleno apogeo de crecimiento. Así que, ¿cómo podemos cambiar las cosas?
Lo que ocurre es que nuestra sociedad debe empezar a cambiar su forma de pensar. Por un lado, el tema de las modas y tendencias deben empezar a relajarse. Eso de cambiar la moda en decoración cada dos o tres años no es algo viable tal y como estamos. Los muebles y prácticamente cualquier objeto, incluida la ropa, debe ser algo que no caduque hasta que realmente esté tan destrozado que no te quede más remedio que reciclarlo de alguna manera. No podemos estar cambiándonos de salón cada 5 años, por mucho dinero que tengamos.
Dicho esto, la industria del mueble se está dividiendo en dos vertientes. Por un lado están los que apuestan por la creación de mobiliario con materiales reciclados y no contaminantes. Como los muebles de cartón que fabricantes como Manuel Torres crean desde hace ya varios años, o los ya clásicos muebles fabricados con madera reciclada de muebles desechados previamente, o similares. Por otro lado están los que apuestan por la creación de mobiliario con materiales imperecederos, con el fin de conseguir que alguien pueda tener una mesa durante toda su vida. “Quienes abogan por esta opción” aseguran desde Danvimet, expertos en decoración e interiorismo con muebles de acero inoxidable, “lo que pretenden es que no haga falta fabricar 7 mesas de comedor para la misma familia a lo largo de su vida, sino 1 sola, lo que ahorra dinero para ellos y esfuerzo y materiales para el planeta”.
Muebles Reciclados
Este año, así como los venideros, debemos grabarnos a fuego algo en el cerebro, el reciclaje es clave a la hora de decorar, y por eso tanto los muebles como los accesorios de hogar deben estar pensados para conseguir un mayor ahorro energético, ahorro económico y ahorro de materiales. De hecho, aunque al principio se pensó en mobiliario reciclado como algo para hacer tu mismo en casa tipo manualidades, hoy en día hay empresas dedicadas en cuerpo y alma a crear arte, decoración y mobiliario con todo aquello que ya no se usa.
Por supuesto, las cajas de madera en las que antes llevaban fruta y otros productos hasta los comercios finales son perfectas, igual que los paneles viejos y los palés de madera, para crear cualquier tipo de mueble.
Con las cajas de madera podemos crear desde estanterías, hasta escritorios, todo depende de la creatividad que se tenga. Y dependiendo también de esa creatividad y de lo que podamos encontrar, se puede fabricar casi de todo.
Mesillas de noche con maletas viejas, mesas de comedor con puertas clásicas, mesas auxiliares con ruedas de molino, estanterías decorativas con escaleras viejas, pianos de cola heredados transformados en estanterías, cunas que se convierten en sillones de lectura infantiles o en escritorios y mucho más.
Lo que tenemos que tener claro es que el mundo “ikea” debería ser cosa del pasado. Eso de comprar muebles económicos para cambiar nuestra decoración cada dos o tres años no es viable, ni aquí ni en Suecia, por eso este tipo de empresa también debe cambiar su forma de producir, creando muebles más “saludables” y duraderos.
Y esta filosofía debe ser válida en cualquier sector, menos en aquellos en los que los productos deban ser retirados por su alto grado de contaminación como, por ejemplo, ocurre con los vehículos. SI tenemos un coche de hace 15 años tal vez no merezca la pena seguir arreglando lo irreparable, tal vez lo que interese sea buscar ayuda para adquirir un vehículo nuevo que no emita tanto dióxido de carbono al medio ambiente, o incluso optar por el transporte público. Pero en otros sectores debemos aplicarnos eso de “reparar antes que comprar” pues no necesitamos estar cambiando de móvil todos los años, ni de ordenador, ni de fondo de armario, ni de electrodomésticos, ni de televisión, ni de prácticamente de nada.
¿Y tú, te apuntas al nuevo mundo?