Una de las mejores maneras para ganar en felicidad es sentirse a gusto consigo mismo y con el cuerpo que poseemos cada uno y cada una. Parece fácil decirlo, pero sabemos de sobra que no es nada fácil hacerlo realidad. Y es que a todos y todas nos parece que darle forma a nuestro cuerpo es durísimo, pero que después es muy fácil mantener los logros que hemos conseguido alcanzar. No es que nos estemos volviendo locos, es que esa es una realidad. Es muy difícil afianzar todos y cada uno de los avances que hemos firmado.
La mayoría de las personas que estamos interesadas en moldear nuestro cuerpo solemos tener claras algunas pautas a seguir para conseguir nuestros propósitos. Una de ellas es la de acudir al gimnasio, que se ha convertido en uno de los negocios más prósperos que pueden levantarse en un país como el nuestro, especialmente si se fundan bajo la fórmula del «low cost». No cabe la menor duda de que esto es lo que ha animado a mucha gente a mejorar en lo que respecta a su estado físico y que, desde luego, ofrece la posibilidad de tener resultados mucho antes de lo que nos esperamos.
Si atendemos a los datos de facturación, nos resulta evidente concluir que son negocios de un éxito rotundo a día de hoy. Según el portal web especializado en deportes Palco 23, el negocio de los gimnasios en España había crecido un 2’5% en el año 2008 hasta posicionarse con nada más y nada menos que 2.291 millones de euros de facturación. Y es que son muchos miles de personas las que han decidido dar un paso al frente en lo que tiene que ver con el cuidado de su forma física, algo que es realmente positivo para la salud de los españoles y las españolas.
Los gimnasios, obligados a ofrecer mejoras en sus instalaciones
El aumento del número de clientes que ha experimentado el conjunto de los gimnasios españoles ha hecho necesario que se produzca una serie de mejoras en lo que tiene que ver con las instalaciones de éstos. En efecto, muchos de estos negocios han tenido, por ejemplo, que habilitar sistemas de acceso para clientes. Es lo que nos comentan desde una entidad como Gestigym, especializada en lo que tiene que ver con estos sistemas a los que tan acostumbrados están todas aquellas personas que han decidido empezar a realizar ejercicio físico con regularidad en estos centros.
Normalmente, estos centros están vendiendo este tipo de asuntos como una mejora realmente importante. Y es que es totalmente cierto. Disponer de un sistema de seguridad permite regular el acceso de clientes y permite que éstos tengan una sensación de seguridad mucho mayor que la que tenían en algún otro momento anterior. Y es que, aunque parezca que no, el cambio es bastante grande de un caso a otro. Son muchos los clientes habituales de este tipo de negocio que nos pueden confirmar lo que venimos diciendo.
Madrid, capital del fitness «low cost»
La capital de España también lo es del fitness de bajo coste en nuestro país. Así lo hace saber una gráfica del portal web Statista, que asegura que, recién finalizado el año 2018, eran 106 los gimnasios de bajo coste que se situaban dentro de los límites de la Comunidad de Madrid. Además, la diferencia es bastante grande, puesto que Barcelona, una provincia que tiene muchas más facilidades y tradición para el deporte en líneas generales, cuenta con solo 32 de estos gimnasios. Sevilla y Valencia, con 17 y 15, ocupan la tercera y cuarta posición, respectivamente.
La verdad es que son muchas las provincias que van a experimentar ascensos en lo que tiene que ver con este asunto en los próximos años. La burbuja del fitness no hace sino crecer y son muchas las personas que, cada vez en mayor medida, se dan cuenta de todos los beneficios que la práctica deportiva lleva implícitos. Desde luego, esta es una noticia realmente positiva para el conjunto de nuestra sociedad. Hemos criticado muchas veces el sedentarismo de millones de españoles, pero ahora que la cosa empieza a cambiar nos sentimos realmente encantados.
El deporte es una de las actividades que más necesarias es a lo largo de la vida. Hacer deporte no solo nos viene bien desde el punto de vista físico, puesto que nos permite liberarnos de esos kilos de más, sino que también es ideal desde el punto de vista mental y psicológico. No cabe la menor duda de que es una forma de combatir el estrés. Y hay muchas personas que seguro que podéis confirmarnos esta visión de la realidad que tenemos nosotros. Desde luego, una cosa está clara: quien no lo prueba no lo puede saber.
