Querido sol, cuanto te odio: consejos para días calurosos

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La vida es una continúa contradicción. Lo que nos gusta siempre nos sienta mal. Lo que no nos gusta, nos sienta bien. Nos enamoramos de lo prohibido. Queremos hacer lo que nos dicen que no. Y así siempre. Y esto es lo que nos ocurre con el sol. Sin él no podríamos vivir. Nos da la vida. Pero cerca de él nos destruye. Curiosa paradoja. Y después de tanta literatura, os cuento. Os quiero hablar de la importancia que tiene el sol en nuestra vida, pero de que en exceso puede ser todo un peligro.

Vamos con algunos datos. Las quemaduras provocadas por el sol son lesiones agresivas que, de manera reiterada y a largo plazo (20-30 años), pueden derivar en un cáncer. La AECC asegura que el cáncer de piel es el tipo de tumor más frecuente.  En España, crecen a un ratio de 10% anual llegando a más de 20.000 nuevos casos de cáncer no melanoma anuales. En todo el mundo, cada año se diagnostican 132.000 melanomas y 3 millones de casos de cáncer de piel no melanoma. Sin embargo, también es el tumor más prevenible y, cuando se detecta y trata a tiempo, tiene buen pronóstico.

Ante esto es muy importante aplicar medidas de prevención, como una adecuada protección solar y una buena vigilancia de la piel para detectar a tiempo aquellos lunares o manchas que puedan resultar sospechosos. Es importante tener en cuenta que la piel tiene memoria, y por eso, nosotros vamos hacer de ella. Toma nota de estos consejos para días calurosos.

Protección

Lo primero que tenemos que tener a manos es un protector solar porque es fundamental. Por supuesto no nos vale cualquiera, tiene que tener un factor de protección adecuado para nuestra piel y reaplicarlo cada cierto tiempo. Para eso lo mejor es hablarlo con el farmacéutico que nos va a saber explicar bien cuál va con nuestra piel. No es la primera vez que alguien dice que se ha echado crema, pero es de un factor tan bajo que no ha servido para nada en su piel. No vale cualquier crema.

Detalles

No nos podemos olvidar de pequeños detalles. Por ejemplo, algo que puede sonar a antiguo, pero que nos evita muchos problemas. Por ejemplo llevar sombreros y gorras, ya que nos sirve para proteger el rostro y el cuero cabelludo del sol. Por eso si estamos en la playa, la mejor opción es ponernos un buen sombrero. Ah, y por supuesto, hay que usar gafas de sol. Son las que nos protegen los ojos de los rayos UV y nos previenen el envejecimiento prematuro de la piel alrededor de los ojos. Esas manchas que luego nos hacen parecer que tenemos más años. Y es que, no lo hemos dicho, pero el sol se convierte en el peor enemigo si queremos seguir pareciendo jóvenes.

Ropa adecuada

Sí, la ropa también nos va a favorecer contra el sol. No es lo mismo coger lo primero que tengamos en el armario que hacer un análisis. Es importante usar ropa ligera y transpirable que cubra la mayor parte del cuerpo y proteja de los rayos solares. Ahora mismo las empresas están trabajando mucho en esto, hasta el punto que una como From Sun With Love crea ropa con protección UV solar, duradera y de calidad. Sin duda, la mejor manera de cuidar del planeta y de tu piel.  Esta ropa está fabricada con protección solar UPF 50+  y con nailon regenerado ECONYL®, que se obtiene a partir de desechos y que tras ser procesado da como resultado un nailon virgen, y lo mejor es que se puede reciclar infinitamente. Es decir, que es como si fueras cubierto de protección solar. Todo tranquilidad e innovación porque puedes encontrar pañuelos, camisetas, bodys o bañadores.

Hay cosas que sobra decir, aunque cuando lees ciertas noticias te das cuenta de que no es así. Hay que evitar el sol en las horas de mayor intensidad. Es de sentido común el elegir horarios tempranos o tardíos para hacer actividades al aire libre y evitar las horas del día con mayor incidencia del sol. No, no se puede salir a correr a las tres de la tarde con 40 grados porque es muy peligroso. Pero esto no es un consejo mío, esto es de sentido común.

Al igual que lo es el beber agua. Tienes que beber suficiente agua para mantener el cuerpo bien hidratado, especialmente en los días de mucho calor y exposición al sol. No hay más.

 

 

 

 

 

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